viernes, 24 de marzo de 2017

EL RECUERDO


En el apagado silencio de la noche, oscuro como es, vaga un recuerdo. Es la imagen de un hombre que, con ropa de playa, escribe cuanto la oscuridad le dicta sobre el mar, en un viejo escritorio. En el recuerdo no hay ventanas, ni flores, tampoco una mujer que ilumine el rostro del que escribe; hay soledad, y una dicha tan pequeña que entristece.
La gente lo mira compasiva: ¿quién desearía un recuerdo así? Tal vez su propietario, un evocador excéntrico, se aburrió de él y decidió echarlo de su mente; tal vez está extraviado y alguien siente su inefable ausencia.
Lo cierto es que los años se le han venido encima, ya no tiene la precisión de antes. Algunas veces olvida mostrar la silla, la lámpara. Otras aparece el hombre sentado frente al mar, sobre la arena, con el escritorio a un lado.  
En ocasiones, siendo la soledad esa línea que demarca el horizonte, de la nada surge, entre las páginas escritas por aquel hombre, descalza, radiante, una mujer. Sus pies no se hunden en la arena.

lunes, 27 de febrero de 2017

Trincheras

En algún lugar soy el propietario de una tienda de tabaco. Abro a las ocho de la mañana (los fumadores no saben esperar) y me preparo para otro día de venta. Ordeno las vitrinas, charlo con algunos proveedores: no me quejo. El establecimiento es pequeño pero agradable. Predomina el color café, en general es silencioso, el piso es blanco. En las tardes de lluvia miro a través del ventanal y me pongo a recordar no sé qué instantes que me hacen sentir agradecido. Es posible. Se hace más y más real a medida que lo pienso, al otro lado de un agujero negro, en los límites del cosmos. 
En algún lugar hay otro que también soy yo. Le gusta su trabajo y sale a caminar los fines de semana. No necesita anteojos, adora la pizza, jamás ha probado el cigarrillo. Cuando sale a correr, corre; cuando es hora de comer, come; cuando va a dormir, duerme. Adivino que también escribe, pero lo hace tras una plácida trinchera y lo hace bien. Sospecho que ninguno de los dos sería mi amigo.

Sobre Historia natural

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miércoles, 22 de febrero de 2017

Revista Crítica

Tres poemas

Premio Hispanoamericano de poesía "San Román" 2016

Premio hispanoamericano de poesía San Román 2016



Radiografía en sepia

Míralo correr sobre la hierba
míralo ascender totalmente desnudo, indiferente al frío
acostumbrado a la neblina, en las montañas de Tollocan
juega con las ramas, las sacude y canta y baila con alegría interminable
míralo correr hacia la bruma, mira el rastro niño de sus pies ensangrentados

11:00 pm en la carretera congelada, tráfico
a través de la ventanilla, resguardado, me asalta una visión entre las frondas:
pies desnudos sobre láminas de hielo
sangre
de la página 90 a la 95
¿cómo llegó a pasar?
estaba pensativo, absorto, casi ausente
a decir de Charles Simic la imagen debe ser poderosa, 
golpear la conciencia del lector
pies desnudos sobre láminas de hielo, ¿es suficientemente poderosa?
apenas un comienzo, una descripción que no seduce a nadie, 
carece de profundidad, de riesgo



imagen de la imagen de la imagen, 
“pienso en los poemas como posibilidades estéticas, 
objetos de belleza y de contemplación”

Míralo correr sobre la hierba
míralo ascender totalmente desnudo
indiferente al frío, acostumbrado a la neblina en las montañas de Tollocan
juega con las ramas, las sacude y canta y baila con alegría interminable
míralo correr hacia la bruma, mira el rastro niño de sus pies ensangrentados
como una aparición
el poema, míralo bien
va de lo oscuro hacia lo oscuro
del placer al goce
un niño muerto tendido en el asfalto






Poema

Melancolía


Detuvo el taxi
en el cruce de Palmas y Reforma.
El semáforo en verde.
La calle vacía.
Detuvo el taxi. Por un momento
imaginó caballos,
caballos al galope, caballos negros
sin estribo ni montura,
nobles caballos en la blanda noche,
libres, frente a él,
sobre Reforma.